Compromiso de las instituciones fiscalizadoras con el control de la gestión económico-financiera pública ante el COVID
- Los Presidentes han destacado la especial relevancia del control externo de la actividad económico-financiera pública en la situación extraordinaria derivada de la pandemia del COVID-19 y el reto que representa
- La fiscalización de las medidas adoptadas en la lucha contra la pandemia constituirá uno de los principales focos de atención de los programas de fiscalización del ejercicio 2021
- Se resalta el valor de la coordinación y la colaboración en el desarrollo de actuaciones fiscalizadoras, favoreciendo la eficiencia y el alcance del control
- Permanece la apuesta por la aplicación de las nuevas tecnologías a la fiscalización, posibilitando así controles eficaces y oportunos
La Comisión de Coordinación de los Presidentes del Tribunal de Cuentas y de los Órganos de Control Externo de las Comunidades Autónomas (OCEx) ha celebrado hoy su segunda reunión anual, mediante videoconferencia.
Durante este encuentro se ha resaltado la relevancia del control que desarrollan las instituciones fiscalizadoras en las actuales circunstancias provocadas por la crisis del COVID-19. Su papel resulta fundamental para asegurar la integridad de los fondos públicos y la transparencia así como para hacer efectiva la rendición de cuentas, dada la fuerte implicación de las Administraciones Públicas en su gestión y el gran impacto que representa en el gasto público.
Las iniciativas fiscalizadoras que se abordarán en los programas de fiscalización para el ejercicio 2021 pretenden ser receptivas a las demandas de la sociedad, a los entornos cambiantes y a las situaciones emergentes, al objeto de resultar relevantes y de actualidad. Los controles se centrarán en áreas de riesgo y en las que afectan a volúmenes de recursos significativos, haciendo especial hincapié en las entidades que no rinden cuentas y en el seguimiento de las recomendaciones.
La verificación de la transparencia, la igualdad entre hombres y mujeres, las sostenibilidad ambiental y la observancia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible seguirán siendo objetivos transversales en las fiscalizaciones.
La gestión económico-financiera del COVID-19 será uno de los aspectos centrales de los programas de fiscalización para 2021, aun cuando el alcance de las medidas para afrontar los aspectos sanitarios, económicos y sociales de la crisis se prolongarán en el tiempo, lo que hará preciso persistir con su control en sucesivos ejercicios. Las actuaciones se focalizarán en áreas tales como la contratación, las trasferencias y las ayudas públicas.
La ejecución oportuna de los controles sobre la gestión de la pandemia por las instituciones fiscalizadoras y su enfoque prospectivo ofrecerá una respuesta rápida en el tiempo, de modo que sus resultados y recomendaciones sean útiles para que los gestores públicos puedan identificar debilidades y realizar mejoras en los procedimientos, en los sistemas y en las organizaciones, que podrán incorporarse en los siguientes periodos de programación, contribuyendo con ello a fortalecer la gestión del sector público.
Se ha destacado el valor de las nuevas tecnologías, que posibilitan trabajar en entornos virtuales y remotos y habilitan a utilizar ingentes cantidades de datos y darles un tratamiento electrónico que ahorra tiempos.
Por ello, las Instituciones fiscalizadoras renuevan la decidida apuesta que vienen realizado por la modernización y la implantación de las Tecnologías de la Información, que permiten desarrollar un control más eficiente y con mayor celeridad.
En la situación actual, la colaboración y la coordinación entre las instituciones de control externo devienen en instrumentos esenciales para el establecimiento de controles conjuntos y homogéneos en todo el territorio nacional, evitando duplicidades y lagunas en las actuaciones y aprovechando mejor las sinergias de cada una de las instituciones.