• El objetivo del trabajo es analizar, a través de indicadores, determinados aspectos de la actividad y de la situación económico-financiera, sobre todo las cuentas rendidas en el ejercicio 2020 y en los tres anteriores

La Universidad de Burgos (UBU) contaba en el curso 2020/2021 con una oferta de 24 grados, 5 de ellos impartidos también en modalidad online y 3 bilingües en inglés y español, 8 dobles grados, 26 másteres, 3 de ellos online y 6 semipresenciales, 11 programas de doctorado y 20 títulos propios.

Dentro de su organigrama, el servicio de auditoría interna, que depende funcionalmente del rector y orgánicamente de la gerencia, realiza actuaciones de control sobre la gestión económico-financiera de la UBU, presentando anualmente una memoria. En los ejercicios objeto de auditoría se han reducido las actuaciones de control, como consecuencia de las vacantes en el servicio, no habiéndose aprobado plan de control para el ejercicio 2020.

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Análisis del presupuesto. En el periodo analizado la UBU no disponía de una programación presupuestaria plurianual, si bien aprobó un Plan Estratégico de Investigación, Transferencia del Conocimiento e Innovación 2019-2024.

La UBU no aprobó el presupuesto de 2020, habiendo prorrogado el del ejercicio anterior. A su vez, en 2019 se prorrogó el del ejercicio anterior hasta la aprobación de nuevo presupuesto en el mes de junio, siendo ésta la tónica habitual.

El importe de los derechos reconocidos netos en 2020 asciende a 64,1 millones. La cuantía se incrementa el 2% con respecto al año anterior y el 13,4% en relación con 2017. La ejecución presupuestaria presenta una tendencia creciente, con una media en todo el periodo superior al 95%, situándose los dos últimos ejercicios en un valor mayor al 97%, lo que demuestra rigor al realizar la previsión de sus ingresos.

La financiación propia significa una media de algo más del 19% de los recursos, con tendencia decreciente. La financiación ajena supone una media de algo menos del 81% del total. Su importe, que en 2020 ascendía a 53,9 millones, aumenta en los cuatro años 10,2 millones, un 23,4%. De ella, la financiación de la Comunidad representa de media anual un porcentaje del 90%. Es destacable el aumento de las transferencias corrientes en 2020, fundamentalmente para paliar los efectos de la COVID-19.

El total de obligaciones reconocidas netas en 2020, cuya cuantía asciende a 60 millones, ha aumentado el 5,5% con respecto a 2017. El capítulo más relevante es el de gastos de personal con una media del 69,1% y tendencia creciente. La ejecución presupuestaria en el periodo presenta una media del 94%. El indicador ha ido aumentando hasta alcanzar el mayor valor en 2019, por encima del 95%, y descender en 2020, con un índice cercano al 91%. Las operaciones corrientes se han situado en una media del 96,5%. Respecto a la ejecución de las operaciones de capital, los valores se sitúan en una horquilla que va del 86%, en 2019, al 68% en 2020. La realización de pagos se sitúa todos los años por encima del 97%, lo que significa que la UBU no tiene problemas de control de pagos ni de tesorería.

Una vez registrados los ajustes correspondientes, el resultado presupuestario de 2020 alcanza los 2 millones. La UBU ha pasado de tener déficit los dos primeros ejercicios a presentar superávit en los dos siguientes, siendo 2020 el ejercicio con el mejor resultado.

El indicador de ahorro bruto y el de neto son positivos, lo que significa que los ingresos corrientes pueden cubrir los gastos de funcionamiento de los servicios y la carga financiera de la deuda, pudiéndose destinar el exceso a reducir el endeudamiento con entidades financieras o a la financiación de las inversiones.

El remanente de tesorería para gastos generales es positivo en todos los ejercicios del periodo. Su importe muestra una tendencia alcista. En 2020 su cuantía asciende a 5,6 millones, lo que expresa la situación de liquidez de la UBU, con solvencia financiera a corto plazo. Este remanente puede utilizarse como fuente de financiación de gastos presupuestarios en ejercicios futuros.

Análisis del balance. El endeudamiento con las entidades de crédito, que venía siendo importante, se va minorando cada anualidad, alcanzando a finales de 2020 un importe de 1,7 millones. También presenta otras deudas consistentes en préstamos reintegrables y anticipos reembolsables de FEDER para proyectos de investigación. Los índices de liquidez reflejan capacidad para mantener un equilibrio financiero. La solvencia de la UBU está fuera de toda duda y los valores de liquidez muestran una tendencia creciente. Ello supone una elevada capacidad para atender las obligaciones con vencimiento inferior al año y la existencia, de seguir con esa tendencia alcista, de un excedente de tesorería que no se rentabiliza.

Análisis del resultado económico-patrimonial. El resultado económico-patrimonial ha sido negativo los dos primeros años y positivo los dos siguientes, con cierta disminución del importe en 2020 con respecto al ejercicio anterior. Considerando todo el periodo la evolución ha sido favorable, con un incremento de 0,9 millones, pasando de -0,7 millones en 2017 a 0,2 millones en 2020.

Recomendaciones. Como consecuencia de las conclusiones del trabajo, el Consejo de Cuentas emite 4 recomendaciones. La UBU debe valorar la necesidad de mejorar la estructura del servicio de auditoría interna para avanzar en el desempeño de sus funciones.

Por otra parte, debe conseguir que la aprobación de su presupuesto se produzca antes del 1 de enero del ejercicio al que corresponda, sin necesidad de acudir a la prórroga automática, y que constituya así un verdadero instrumento de planificación y control.

También debe aumentar el grado de ejecución de los distintos capítulos del presupuesto, sobre todo de las inversiones reales, así como vigilar y en su caso corregir el comportamiento de algunas magnitudes de gasto corriente en bienes y servicios, como las referidas a las partidas de material de oficina y trabajos realizados por empresas y profesionales que experimentan una tendencia creciente en el periodo fiscalizado.

Finalmente, la UBU debe establecer fórmulas para utilizar el excedente de tesorería que contribuyan a mejorar la rentabilidad de la entidad, entendida ésta no exclusivamente en términos financieros, sino también en términos de potencial de servicio o beneficio de la colectividad.

Consejo de Cuentas de Castilla y León